martes, 17 de agosto de 2010

INFORME ESPECIAL DE LA AGENCIA KALI-YUGA

La beligerancia israelí cuenta con la ayuda fascista en el oeste


domingo 15 de agosto de 2010 01:29








El sionismo cuenta con preciosos aliados entre la ‘derecha’
Por Khalid Amayreh, Jerusalén ocupada
Es una de las paradojas de Israel que el estado judío tiene mucha ayuda entre grupos de la derecha y fascistas en el oeste. El factor común aparece ser hostilidad hacia Islam y musulmanes; en fin, Islamophobia. La beligerancia de Israel contra los palestinos (los cristianos entre quienes son pasados por alto por la derecha extrema) se defiende.
Sin embargo, una examen más cercano sugiere que la ideología de la derecha extrema y las interpretaciones extremas del sionismo en el fondo están en común acuerdo. Mientras que la coalición del gobierno en Israel se mueve cada vez más hacia la derecha, es dable considerar la influencia residual del partido de Kach, prohibido en Israel en 1988 por sus opiniones racistas extremas.
Kach fue formado a principios de los años 70 por un rabino Americano-Israelí, Meir Kahane, que escribió un libro llamado “Quienes deben entrar” en cuál él pidió la limpieza étnica obligatoria de todos los no judíos de Palestina, incluyendo Israel, Cisjordania, Franja de Gaza y Jerusalén oriental; voluntariamente si es posible, pero por la fuerza en caso de necesidad. Cuando su ideología abiertamente racista fue atacada como antidemocrática principalmente por los círculos izquierdistas en Israel, Kahane se defendió, sosteniendo que la democracia era incompatible con judaísmo y que los judíos fieles deben desechar democracia y adoptar ley judía como la legislación nacional. Según su interpretación ortodoxa, la ley judía trata a los no judíos como esclavos, y aquellos que rechazan el estado de esclavos tienen que ser expelidas o ser matados.
El partido de Kahane fue prohibido después de que lo hubieran elegido en el parlamento israelí, el Knesset, a fin de ahorrar a Israel el desastre que para las relaciones públicas él y su partido causaban al Estado judío, especialmente en el oeste. Sin embargo, la ideología de Kahanista continuó creciendo en Israel, tanto de modo que se ha descrito al gobierno actual de la coalición en Israel, dirigido por Benyamin Netanyahu, como un fiel seguidor de la visión de Kahane.
El avance del Kahanismo en Israel ha sido acompañado con el del extremismo judío en Europa y Norteamérica. Baruch Goldstein, el “héroe” de los colonos de la masacre de la mezquita de Ibrahimi (Hebron) en 1994, era un ciudadano norteamericano que, como Kahane, emigró Palestina ocupada.
Habitualmente el Judaísmo europeo y yanqui se encontraba en la vanguardia de fuerzas liberales en sus países respectivos, luchando por la causa de derechos humanos y de libertades civiles. De hecho, hasta muy recientemente, los judíos se encontraban entre los opositores más feroces de las fuerzas del racismo y de la xenofobia en todo el mundo. Sin embargo ha habido un cambio radical en los últimos tiempos, se han visto las banderas israelíes llevadas por los miembros de la liga inglesa supuesta de la defensa (EDL) en Gran Bretaña, junto a las de un grupo de Islamofobos dedicados a la incitación contra cualquier cosa de contenido islámico o musulmán. Este Kahanismo inglés está adoptando la ideología nazi a excepción de la hostilidad hacia los judíos.
Este cambio ha hecho que ciertos judíos europeos no vean más en el fascismo una cosa desagradable, mientras no apunte a judíos. Esto es lo peculiar de los últimos tiempos que el judaísmo sionista está pasando de una postura de izquierda defensora de los derechos humanos a una actitud abiertamente fascista e intolerante.
En los Estados Unidos, incluso las organizaciones judías con un historial del antirracismo, tal como la liga de la Anti-Difamación (ADL), se han convertido en confidentes y aliados de los opositores de la derecha respecto de un centro de comunidad islámico en New York City, con actitudes críticas que incursionan en la Islamofobia racista. Abraham Foxman, el director del ADL, ha concedido que no hay justificación legal para oponerse al centro islámico para el cual las autoridades han dado a aprobación dos bloques lejos del punto cero en Manhattan. Foxman, que ha apoyado constantemente cada crimen de guerra israelí concebible contra la población del Oriente Medio, cree que no debe sin embargo construirse dicho centro, que incluiría una mezquita, en tanto que lastimaría las sensaciones de los racistas, fanáticos del anti-Islam.
Desafortunadamente, algunos judíos están en la vanguardia de la oposición a construir el centro islámico. Algunos de estos judíos han comparado los planes para construir una mezquita con el de erigir un monumento para Adolf Hitler cerca de Auschwitz.
Hace algunos años, el gobierno israelí invitó al líder del fascismo holandés, Geert Wilders, a Jerusalén que para que lanzara allí su veneno contra el Islam y los musulmanes. El Sr. Wilders expresó su deseo de que se prohíba el Corán en su continente, el mismo modo que el libro “Mein Kampf” de Hitler ha estado prohibido. Durante el gobierno de Ariel Sharon, le fue dada una cálida bienvenida en Israel al jefe de los fascistas italianos, Gianfranco Fini,. Las declaraciones anti-Islamicas de Fini fueron un hecho suficiente para que tal personaje fuese convertido en un gran amigo del estado judío y para recibir un tratamiento VIP.
Hay muchos ejemplos de judíos sionistas abrazando a líderes de la derecha fascistas y nazis en el oeste mientras estos últimos hayan demostrado sus credenciales calumniando Islam y alabado la causa del sionismo contra la causa palestina legítima. Esto aparece justificar a los que ven en el sionismo una ideología oportunista, inmoral y racista que abusa del judaísmo y de esos judíos - los “judíos de Torah” - que lo practican.

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