domingo, 6 de septiembre de 2009

REPORTE DE LA AGENCIA KALI-YUGA

LA MASACRE DE KUNDUZ


Los hechos acontecidos en la provincia norteña de Kunduz, en Afganistán, merecen un comentario especial ya que los mismos por su gravedad condensan la totalidad del conflicto en el Asia Central. Región esta última en donde se está dirimiendo el principal capítulo de la actual guerra de civilizaciones. (1)
Para aquellos que no conozcan los detalles del hecho vayan algunas indicaciones. El pasado viernes los talibanes habían logrado capturar unos camiones cargados de combustible para las fuerzas alemanas de la Otan y que provenían de la vecina república de Tajikistán, ya que, tal como explicáramos en otra oportunidad, debido a que el movimiento talibán ha podido alcanzar el control en las fronteras con Pakistán, ha tenido que cambiarse la ruta de aprovisionamiento acudiendo a los servicios de las vecinas repúblicas satélites de Rusia de la región del Turquestán. Aparentemente uno de esos camiones se habría atascado en un camino secundario en proximidades de una aldea y por tal motivo se habría invitado a la población a proveerse de tal producto a fin de aligerar el peso de ese vehículo. Fue en ese momento que un avión norteamericano, advertido por el ejército alemán, habría disparado contra el lugar produciendo una verdadera matanza que se ha elevado ya a al menos 90 personas, aunque no se descartan que puedan ser muchas más ya que había una larga cola de pobladores en el lugar. Esta masacre ha producido una profunda conmoción sea en el mismo país como entre los propios miembros de la Otan. La razón principal de todo ello ha sido que este hecho aconteciera justamente en el mismo momento en que el nuevo jefe a cargo de las operaciones del ejército norteamericano, el Gral. McCrystal, manifestara la necesidad urgente de cambiar la estrategia militar evitando este tipo de incidentes que son los que socavan la confianza de la población y terminan beneficiando a los talibanes. Sin embargo más sugestivas han sido las declaraciones del gobernador a cargo de esa provincia, Mohammad Omar, quien ha culpado a su propia población por brindar apoyo al movimiento talibán. Esta confesión de parte resulta sumamente significativa. Es una clara demostración del fracaso de las fuerzas invasoras en tanto que no debe soslayarse el hecho de que cuando se invadiera Afganistán los talibanes no tenían el control de la región del Norte, en donde se encuentra la provincia de Kunduz, sino que allí actuaba el grupo pro-norteamericano y aliado también de Irán, la Alianza del Norte del General Massud, quien recordemos que fue asesinado dos días antes del atentado del 11S (2). Y esto explica también por qué en esta provincia se puso a las fuerzas alemanas las que, como ya se ha resaltado en otra oportunidad, junto a las italianas que operan también en la vecina de Herat, son famosas por su escasa operatividad. Hoy en día, gracias a la invasión yanqui y de sus 41 países satélites, el profundo odio que ha producido tal presencia ha actuado como un verdadero catalizador y le ha permitido así al movimiento talibán estar presente y tener el control en lugares en donde antes no estaba.
Pero el tema se agrava sobremanera pues la región del norte limita con las repúblicas del Turquestán (Uzbekistán, Tajikistán y Kirguistán) controladas en estos momentos por gobiernos que responden a la hegemonía de Moscú. Una agudización del conflicto produciría por extensión la expansión de la guerra hacia las mismas. En los hechos no hace mucho en las dos primeras comenzaron a producirse acciones bélicas y en Uzbekistán existe un importante sector fundamentalista, el Movimiento Islámico de Uzbekistán (IMU) que se declara abiertamente a favor de Al Qaeda. Este hecho permitiría entonces imaginar para el futuro el siguiente escenario. Así como en la zona este y sur, debido a la expansión del movimiento talibán hacia Pakistán, ha debido intervenir directamente la fuerza norteamericana, la que lanzara en junio una fracasada ofensiva en la provincia de Helmand, en el sur, no sería de extrañar entonces que en el norte se produjese el ingreso de una nueva potencia militar para 'ayudar' a restablecer la democracia. Dejamos a nuestros lectores que imaginen de quién o de quiénes podría llegar a tratarse. Quizás en tiempo no muy lejano puedan pasar a ser 43 o 44 y no 42 los países intervinientes en tal guerra.
De todos modos la realidad muy concreta es que en Afganistán se está produciendo el primer fracaso de proporciones por parte de la política exterior norteamericana. Si el plan de la invasión fue en su momento establecer una democracia en la región, con posibilidades de llegar a constituir un gran mercado competitivo como el que está sucediendo en el Extremo Oriente con China y Japón, y antes en Europa con el Mercado Común Europeo, así como también ahora en América con el Mercosur o el Alba de Chávez, el reciente fracaso de las elecciones que han vuelto a enancarlo al corrupto Karzai en un proceso a todas luces fraudulento y con la abstención de la gran mayoría de la población, es la otra cara de la victoria talibán.
Quienes creen que a EEUU se lo derrota con mayor competitividad tienen ante sus ojos una nueva alternativa. EEUU no fue vencido por Japón ni por Europa porque la empresa Toyota se hizo más competitiva que la Ford, ni porque el euro haya superado al dólar, sino a la inversa éste los ha derrotado en la medida que supo imponerles a todos estos países su concepción mercantil y democrática de la existencia. Cuando el emperador japonés fue obligado por el Gral. McArthur a mezclarse con el pueblo, o cuando Europa fue sacudida por el Plan Marshall y asumió como modelos culturales a Hollywood y a Disneylandia, éste fue el comienzo de su gran derrota, lo cual fue una consecuencia de lo acontecido en el terreno militar, aunque en ambos casos se hubiese podido esperar una resistencia que lamentablemente no sucedió. El budismo y el catolicismo se terminaron adaptando al vencedor al efectuar una rendición que ha superado con creces a la acontecida en el terreno militar. A la inversa de todo lo anterior hoy EEUU y sus satélites se topan con un universo que repudia abiertamente el american way of life, que rechaza su democracia obligándolo a constituir una caricatura de la misma, sea en Afganistán como en menor medida en Pakistán y en Irak, con regímenes abiertamente corruptos, en tanto el pueblo no le presta su consentimiento ya que lo considera ajeno a su idiosincrasia y cuenta con una tradición religiosa y espiritual que ha demostrado ser más fuerte que las otras en tanto está dispuesto a morir antes que aceptar que en su seno rija una civilización diferente y por lo demás inferior en tanto volcada hacia la materia.
Dentro de esta colección interminable de fracasos reportados en esta guerra fallida, quizás el más significativo lo tuvieran el otro día cuando pudieron constatar que, tras haber realizado una cruzada entre otras cosas para liberar a la mujer de todas las humillaciones a las que la sometían los talibanes hayan terminado apareciendo mujeres kamikaze dispuestas a morir antes que someterse a la 'liberación femenina' hoy vigente en el Occidente.


(1) Para aquellos que siguen tomando al pie de la letra nuestras declaraciones insistimos en decir que tal concepto no tiene nada que ver con la distorsión pergeñada por Samuel Huntington. Por civilización entendemos la plasmación de una concepción del mundo. En este caso la guerra es entre fundamentalismo y democracia y no entre el Islam y el 'occidente', ya que fundamentalistas y demócratas los hay en ambos contextos culturales. Así como la modernidad confunde en forma tramposa a persona con individuo, también lo hace con los conceptos de civilización y cultura.
(2) Son interesantes al respecto las recientes declaraciones del n.º 2 de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri, quien considera que la razón última de la invasión a Afganistán fue el temor de que tras la muerte de Massud los talibanes ocupasen el norte del país. Curiosamente se ha dado aquí una coincidencia interesante entre Al Qaeda y los montajistas que siguen afirmando que el 11S fue una excusa para invadir Afganistán a fin de dominar el mundo ¿Se habrán convertido ellos también en agentes del imperio como Bin Laden?

Walter Preziosi
Buenos Aires, 6/9/09

No hay comentarios: